viernes, 18 de mayo de 2007



Una noche más para enmendar los caminos andados, para ir saliendo del letargo que deja la ausencia de besos, de sentimientos y de palabras dulces que se fueron perdiendo al paso del tiempo. Aquéllos días con sus incomparables noches en que perdida en las nubes soñaba con mi príncipe azul, aquél que vendría a rescatarme de la soledad en que me hallaba entonces te escribí estos versos al conocerte e ir dejando mi corazón en tus manos...

¿ Quien eres tú señor de la noche ?
Vienes bajando en tu corcel blanco de las nubes,
como un hermoso ángel con su pegasso
con las alas abiertas esperando abrazarme
para mitigar esta tristeza que se anida en mi alma.

Dijiste que en la vida no todo era sufrimiento
reiste y jugaste a ser niño entre mis brazos,
dejaste que mis arrullos de luna te durmieran
y pegado a mi pecho te dormiste tan tranquilo
sintiendo tus manos rodear mi cintura.

Y te fui amando con esas ansias limpias, transparentes, jugabas mis cabellos mientras yo te recitaba un verso que te tenía lleno de embeleso, te conté del cómo tapizabas mis días con tu mirada entonces límpida, inventé para tí madrigales enteros mientras a cada instante te decía ¡ te quiero ! y tú jugabas a seguir mi sendero... días de luz, de amor, de tranquilidad en mi alma ... la que ahora al no tenerte me hace perder la calma hasta obscurecer mis nubes antes blancas, en donde tantas noches pernoctaba vislumbrando el horizonte después de haber contemplado el ocaso... te cantaba como lo hacen los zenzontles, fingía ser uno de ellos para que mi canto llegara a tí en oleadas dulces de amor y de ternura, soñando que mi dulzura te hiciera dejar en el camino añoranzas y temores, olvidaste los dolores en mis brazos que te daban tanto amor, pero esos sentimientos no sabía que en mi lecho se quedaban pues nunca pude hacer que el amor naciera en tí.... soñaba con amarte un día bajo la luz de la luna hermosa que con sus rayos descubriera en tu mirada ese caudal de sentimientos que anhelaba mi alma enamorada y de nuevo te escribí un verso el cual te dijera lo hermoso que se ve en tus ojos el llegar la primavera ....

Me adentro en el inmenso de tus ojos embriagada
y descubro los colores de la aurora que mitigan
estas ansias mías de perderme en tu piel
y poder amarte en cada dulce amanecer

Soledad... soledad.. ya no más lágimas... abrázame fuerte que tú eres mi aliada, mi compañera de derrotas, de insomnios... de locura y ansiedad, dame un poco de tu paz, sumérgeme en ese mar y quita de mi mente su cariño y sus besos que todo mi ser con sus ternuras dejó preso, dame versos de esperanza y obliga a mi corazón a latir más fuerte para que mis alas marchitas se nutran de colores vivos para volver a volar hacia lo desconocido pero llena de fuerza y enteresa y poder sortear los caminos de desdicha e infelicidad.... dáme soledad amiga mía... un poco de tu tierna compañía...

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