
En ese momento en que las làgrimas se deslizaban por mi rostro comprendì cuàn sola me encontraba, què tristeza me acompañaba porque quise atrapar en un sueño una nueva ilusiòn, quise entregar mi corazòn a otro corazòn marchito y seco que se niega a renacer y dar, a un corazòn que tiene miedo de volver a entregar y ser lastimado... igual que yo... llorè sì... llorè por mi, por el amor del ayer, por el presente triste y por la soledad de mis dìas, de mis noches y por este otoño que se torna cada dìa màs deshojado y seco...
Sequè mis ojos, al volver a sentir tambièn la angustia que me dejò en ese entonces ese triste sentimiento que tuve por ese amor...
Y con respeto, como se venera a alguien que ya ha muerto, tomè esa rosa seca, la metì entre las hojas y libro y amor volvì a meterlo en el cofre azul de mis recuerdos...
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