miércoles, 27 de junio de 2007

UNA CARTA PARA TI


Nace la esperanza cuando al calor de una mirada, una palabra, un susurro que emite un ¡te quiero todavìa!, va deshojando lentamente la flor del sentimiento y se une a travès de la distancia uniendo dos corazones en uno solo. No importa cuànto tarde en llegar a ti ese sentir.
Yo tuve un sueño... hace muchas lunas... tenìa en mi corazòn una leve esperanza de un dìa llegar y abrazar ese corazòn que siempre va dejando pinceladas de ternura en cada alma... miraba, entre peldaños y paredes, el ruido de la gente en el ir y venir, desconocidas ante mis ojos, diferentes en el vestir, en el pensar, me miraba con la simpleza de lo que soy, tambièn notaba que era inesperada mi llegada, como en todo sueño, tambièn ignorada quizàs porque sus ojos no podìan contemplarme, como un hàlito fugaz, como una mariposa en pleno vuelo ansiando llegar y besar la frente de quien tanto amo....
Caminè por salones, subì escalones, tropecè a cada paso con esa gente en su ir y venir sin notar mi presencia, yo buscaba con la mirada emocionada y con el corazòn latiendo aprisa con esa sensaciòn de ahogo en el pecho sìntomas de un presagio...
Busquè en cada habitaciòn la presencia sin encontrarla... hasta que al fin mis ojos miraron una puerta cerrrada, nadie habìa en ese alrededor, solitaria contemplando me armè de valor y dì vuelta a la cerradura abrièndose lentamente.
Era una habitaciòn a oscuras, al fondo.... al fondo de la misma perdida entre sàbanas de seda, entre almohadones de plumas suaves su fràgil figura, empequeñecida en ese lecho tan grande y tan lujoso... Quise correr, salir y no mirar, pero algo me decìa ¡ es ella ! ¡ corre y ve a su lado y cobìjala en tus brazos !
Lentamente me acerquè, la vi con los ojos cerrados a la luz y la mente abierta a los sueños... tuve tànto temor pero aùn asì me quedè a su lado contemplando la belleza casi etèrea de su rostro que semejaba una muñeca fina de porcelana, la tez dulce, suave, joven, sentì que mi corazòn se llenaba de ternura... entonces, en ese momento abriò lentamente los ojos y murmurò quedito ¡ eres tù ! entonces todo un vendabal de sentimientos corriò por mi cuerpo, por mis ojos que derramaban làgrimas de amor, de ternura, sintiendo que llegaba a mi fin aquèl vuelo en sueños que anhelaba y sin pensar en nada, la cobijè dulcemente entre mis brazos y quedito le murmurè.... ¡ te quiero princesa ! te quiero tanto que mi amor serà eterno a pesar de los sinsabores de la vida, a pesar de las tormentas, a pesar de todo...¡ te quiero !
Fundidas en un solo ser, nuestras làgrimas vertidas mezcladas en una sola y al fin unidas en un solo corazòn sentì que llegaba al hogar esperado, donde como en un castillo de cuentos de hadas encontrè al ser que amo y que es y serà por siempre mi princesa, mi niña... mi dulce amor...

"LA DISTANCIA ES COMO EL VIENTO, PORQUE AGIGANTA LOS GRANDES AMORES"