A veces en la penumbra de mi habitación, pienso en el amor… en aquéllos tiempos en que la vida me regalaba caricias, besos, amores… y me llené de suspiros, de melancolía… de soledad…
He escrito poemas, prosas, letras en las que he dejado mi existir, mi vida entera, mis pasiones y sobre todo he dejado mi constante anhelo de tener un amor que me envuelva en sus brazos y musite a mi oído un “te quiero”… a través del tiempo aún recuerdo tu voz, tu amoroso acento al decirme que me amabas, a través del monitor veía tu imagen y tú la mía…. Y los momentos que pasábamos eran tan hermosos, compartíamos versos, letras, música y sabías de mi vida todo, nunca pensé que llegaría el día del adiós y con ello el no volver a amar nunca más…
Te llevaste contigo el alma mía… ahora tan solo espero un día en pleno ocaso de mi vida un amor que aleje de esta soledad… en estas horas de la noche sola en mi lecho tomo el computador y escribo… sí… escribo un poco de emociones… para desahogar este sentimiento que me abraza y me deja tan llena de tristeza… tan llena de soledad….
Solo mi ser entero se resiste a dejar escapar el amor…. La soledad, mi compañera eterna es para mi la musa que me hace escribir letras tristes…
¿Dónde estas amor? Tan solo espero verte un día llegar a mi y que me escribas el poema más bello del mundo y me encierres en el dogal de tus brazos y me hagas de nuevo sonreír….
Son las letras que se escapan en esta noche impregnadas de anhelos e ilusiones…. Y de un amor….
