
Es una historia como muchas que se cuentan y viven a diario, la monotonía de la vida impulsó el camino de ella a tomar un computador y escribir cada día sus más íntimos sentimientos, escribía al mar, a la brisa marina, a las gaviotas, luceros y estrellas lejanas, se perdía en el universo en esa magia suya de crear fantasías y sueños que en su mente loca transitaban noche y día y que le hacían sentirse la princesa del cuento que esperaba a su amado ver llegar en un corcel alado de las nubes blancas que tantas veces en sueños pernoctó llegando a ellas con sus hermosas alas de mariposa.
Vivió tantas aventuras con sus alas, desde el vuelo a las nubes hasta el posarse en aquélla montaña azul, también gozaba cuando descansaba bajo la sombra de aquél árbol que con sus ramas la cubría del inclemente sol, donde con lápiz y cuaderno escribía sus locuras.
Y sucedió que un día cuando los sentimientos le tenían sumida en una eterna melancolía encontró un pequeño espacio en donde dejar estos sueños en forma de versos, sus letras eran pobres, pero el sentimiento dejado en ellas era inmenso lo que hacía bella cada palabra escrita solo era cuestión de leer entre líneas cada amanecer vivido, cada beso compartido, cada espacio de su piel que era llenado del más puro amor... pero sólo en sueños.
Y ella, que pensaba que nunca volvería a sentir el amor, sin quererlo se vio envuelta en esa fantasía hecha realidad de tener un compañero que le daba sus risas, sus desvelos, sus versos... pero no su amor... cada noche en aquéllas citas escondidas escribía y reía cantaba y recitaba sus versos en muda plegaria al ayer, ese ayer que estaba tatuado en ella en forma tan inmensa que no sabía donde comenzaba el ayer y dónde terminaba el amor...
La mujer ama de tal manera que se entrega en su totalidad, sin importar si es correspondida o no, sin importar si el amor ausente le recuerda o le ha olvidado, solamente sigue ahí amando, entregando, dando de si sus más íntimos sentimientos, sus besos, su locura... es mujer y como ende ...sabe amar.
Una canción le recordaba a él, una frase le recordaba, una risa, tan sólo con contemplar el inmenso ocaso su pensamiento se impregnaba de su aroma nunca sentido, el ver el mar le traía su recuerdo... todo era sentimiento bello, pensando que un día el le amaría como ella le amaba le traía esperanzas a su vida...
Y sucedío que un día, una noche cualquiera, de la nada surgieron situaciones que le llevaron a comprender que nunca de ella sería, que esos sentimientos que pensaba le tenía eran solamente fantasías que se había creado en esa mente romántica y soñadora. Y lloró, lloró con lágrimas incontables hasta llegar el amanecer, con el nuevo día, sumida en la melancolía que ésto le traia pensó en nunca más entregar sus versos, en nunca más volver a escribir sus sentimientos, pues la traición que no era más que dolor por todo lo que había sucedido no existía... pues nunca le había dicho lo que él sentía, solamente en su imaginación existía.... Y se alejó.. se alejó lentamente de su vida, ya no le buscaba, ya no le soñaba, ya no quería saberle cerca porque cada palabra eran como puñales clavados en el centro de su corazón, ¡ pobre corazón que ama tanto ! cómo podía dejar de verle si solo anhelaba en sus brazos perderse... destruyó todo lo que a él le recordaba, sus fotos, sus escritos, los versos que con amor le había escrito se fueron al fondo de la papelera, no tenía veinte primaveras pero su corazón envuelto en dulce otoño era más fuerte, más maduro con esa plenitud que da la madurez para amar, con esa furia del adulto, con esa entrega consciente que da el serlo amó...
Ya la miras en su refugio escribiendo sus melancolías, dejando en cada página como catarsis su dolor para olvidar.Ella sabe que él le enseñó lo que era el amar.... pero nunca le enseñó como poderle olvidar.
Es la tecnología motivo de engaños.. de dolor, porque a través de la pantalla fría, en donde entregas tu alma misma le miró tantas veces, le entregó su vida envuelta en versos, le dió su amor... ¿ quién puede ahora creer o esperar ese amor ? Si la soledad en que se encuentra sumida hoy es su mejor compañera, su amiga que le da uno y mil abrazos en cada hora de su vida.... amiga soledad... compañera de sus días a partir de este día...
Ya no le escribe al mar... a la luna y las estrellas, ya no siente el aroma de la rosa, ya no es ella la semilla que germina ni él la vitamina para su alma enamorada... ya no es nada más que una mujer más en esta triste vida.. ya no es magia ni tampoco fantasía.
De aquélla mariposa, de aquélla gaviota, de aquélla mujer con alas de angel queda solo la humana, la que vive cada día de su vida esperando que un día se le apague la imaginación y los sueños para pernoctar en las nubes y esperar el final de sus días.
ya no es mariposa.... pues vaga por el mundo con las ALAS ROTAS.