Te escribo a tí estas letras... a ti que vas llegando a mi vida de una manera sutil, que te vas adentrando en mi alma cual enredadera dejándome con esas ansias de no separarme de ti, anhelando contemplar de frente tu sonrisa y saber el color de tus ojos y la calidez de tu mirada.... sentirme reflejada en el fondo de esos iris y saber cuánto es lo que sientes por mi... tenerte pegadito a mi oído y escuchar el susurro de tu voz cuando me dices que me quieres... que me vas amando...
Dulce amor que cual luna creciente me va envolviendo en la magia del sentir, en la magia del vivir, deseando se aleje por siempre esta soledad terrible que me acompaña en mis noches frías, faltas de una caricia, de una mano en la mía y sobre todo de un pecho donde recostar mi cara con tierna ansiedad.
Y quisiera decirte de mil maneras que eres para mi cual fresco manantial que refresca mis sentidos y mi vida, dulce ilusión que llena mis horas y se adentra en mis pensamientos en los momentos cotidianos de mi vida.
Y es que es tan bello despertar con tu nombre en mis labios y dormir con el recuerdo de tus dulces besos distantes que me llenan de emoción y ansias, que me llenan de contento y me hacen reconocer que la vida es bella pero contigo a mi lado.
Mi dulce amor lejano... déjame volver a sentir tu cercanía a través de esta pantalla fría... vuelve a decirme que te tengo enamorado, ilusionado, anhelante de acercar esta distancia que se me hace tan cruel... tan fría.... unidos en un solo sentimiento, con un solo fin... se encontraron nuestras almas en espera de un día no lejano sentir la calidez de tu mano en la mía.... la suavidad de tu piel y el sabor de tus imaginados besos....
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