Es de noche amor y yo aquí escribiéndote esta carta impregnada del más profundo sentimiento que has despertado en mí desde el instante mismo en que te conocí...
Ese caminar por la vida sin tí se me antoja tan lejano... ¡ Es increíble como he llegado a amarte tanto ! Saber que aún cuando existe una distancia tan grande entre los dos, sin saber cómo es el calor de tus labios en el beso, sin sentir la suavidad de tu piel sigo aquí enamorada, perdida en este remolino de sentimientos que abarcan el infinito, como tormenta en mi interior se desatan los recuerdos de los momentos que hemos compartido... ¡ Momentos sólo míos !
Ese sentir dulce y constante que llega a mí y se posa en mi alma haciéndome suspirar cuando te miro, cuando sonríes tan sólo para mi, embrujante y deliciosa sensación que taladra mis sentidos, que me hace amarte cada día más y más, deseos constantes de poder un día traspasar fronteras y mares para llegar a ti y susurrarte al oído versos impregnados del amor más sutil y bello... ese amor que Dios puso en mi camino para fortalecer mi vida y hacerme feliz...
Si tan sólo supieras que al ir escribiendo estas líneas mi pecho se agita en suspiros enamorados, porque ¿ Sabes ? Basta tan sólo con pensar en tí para que mi corazón emita latidos ilusionados por estar contigo, por amarte, ¡ Besarte !
Imagina amor, cuando leas esta carta, que estoy a tu lado, piel con piel, unidos, enamorados, mirándote a los ojos y adentrándome en tu alma, pernoctando entre tus brazos hasta llegar la madrugada, que la luz del nuevo día nos encuentre abrazados ¡ Cuántos deseos de poder reposar mi rostro en tu pecho ! Escuchar cómo tu corazón se desboca en latidos desenfrenados al sentirme a tu lado.
Tu amor es para mí, como claro manantial, como fresca brisa refrescando mi piel, como llamarada de ilusiones, es como el sentir de la espuma de mi mar deslizándose entre mis pies mientras camino por la cálida arena evocando tu nombre...
Tú y yo... dos amantes taciturnos, amándose a la distancia, disfrutando esa fragancia lejana que me llega con el viento, en el pensamiento... dos amantes que no necesitan para vivir más que un corazón encerrado entre nuestras manos, cuidado, protegido...
Celosas las estrellas me alumbran desde el cielo, cuando emito tu nombre en un susurro... cuando digo ¡ Eres mío !
Aquí estoy pensando en tí, escribiéndote estas líneas enamoradas para que donde te encuentres sepas amor cuánto te amo.
Ese caminar por la vida sin tí se me antoja tan lejano... ¡ Es increíble como he llegado a amarte tanto ! Saber que aún cuando existe una distancia tan grande entre los dos, sin saber cómo es el calor de tus labios en el beso, sin sentir la suavidad de tu piel sigo aquí enamorada, perdida en este remolino de sentimientos que abarcan el infinito, como tormenta en mi interior se desatan los recuerdos de los momentos que hemos compartido... ¡ Momentos sólo míos !
Ese sentir dulce y constante que llega a mí y se posa en mi alma haciéndome suspirar cuando te miro, cuando sonríes tan sólo para mi, embrujante y deliciosa sensación que taladra mis sentidos, que me hace amarte cada día más y más, deseos constantes de poder un día traspasar fronteras y mares para llegar a ti y susurrarte al oído versos impregnados del amor más sutil y bello... ese amor que Dios puso en mi camino para fortalecer mi vida y hacerme feliz...
Si tan sólo supieras que al ir escribiendo estas líneas mi pecho se agita en suspiros enamorados, porque ¿ Sabes ? Basta tan sólo con pensar en tí para que mi corazón emita latidos ilusionados por estar contigo, por amarte, ¡ Besarte !
Imagina amor, cuando leas esta carta, que estoy a tu lado, piel con piel, unidos, enamorados, mirándote a los ojos y adentrándome en tu alma, pernoctando entre tus brazos hasta llegar la madrugada, que la luz del nuevo día nos encuentre abrazados ¡ Cuántos deseos de poder reposar mi rostro en tu pecho ! Escuchar cómo tu corazón se desboca en latidos desenfrenados al sentirme a tu lado.
Tu amor es para mí, como claro manantial, como fresca brisa refrescando mi piel, como llamarada de ilusiones, es como el sentir de la espuma de mi mar deslizándose entre mis pies mientras camino por la cálida arena evocando tu nombre...
Tú y yo... dos amantes taciturnos, amándose a la distancia, disfrutando esa fragancia lejana que me llega con el viento, en el pensamiento... dos amantes que no necesitan para vivir más que un corazón encerrado entre nuestras manos, cuidado, protegido...
Celosas las estrellas me alumbran desde el cielo, cuando emito tu nombre en un susurro... cuando digo ¡ Eres mío !
Aquí estoy pensando en tí, escribiéndote estas líneas enamoradas para que donde te encuentres sepas amor cuánto te amo.
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